Empecé mi andadura en la cocina con apenas 20 años, bajo la mirada de Andrés Madrigal en el restaurante Balzac en Madrid, donde aprendí las bases de la cocina tradicional y donde también comenzó a despertar mi interés por mezclar y fusionar sabores.
Tras dos años en Balzac, me puse a los mandos de Profundo, un pequeño bistró de Andrés Madrigal, donde con sólo 23 años me di cuenta de que quería capitanear un barco propio.
Después de eso, viajé, exploré y también pasé por restaurantes como Sissi, hasta que en 2008, y por un giro del destino, caí en la paradisíacas playas de Zahara de los Atunes y allí decidí empezar mi aventura personal: abrí junto a dos amigos y socios (Laura López y Jaime Mato) mi primer restaurante, AlbedriO.
En estos primeros años como propietarios y emprendedores aprendimos a amar Cádiz, sus productos, su clima, su gente y sus tiempos, quedamos arraigados para siempre a su gastronomía. Las temporadas eran muy cortas en esta zona, lo que nos permitió viajar y cocinar por muchos países como Bali, Perú, México, China, Tailandia ... Así, poco a poco, fuimos incorporando nuevos sabores y texturas a nuestra ya arraigada forma de cocinar de la costa gaditana, dando como resultado una cocina ecléctica donde se aúnan todos esos viajes y aventuras.
Tras 4 años cocinando en Albedrio, abrimos Trasteo Taberna, también en Zahara de los Atunes, con un concepto más informal, donde desarrollamos una cocina igualmente viajera pero desde un punto de vista más acorde a la zona donde nos encontrábamos. Eso dio como resultado un local divertido, bullicioso, desenfadado y con un aire canalla al más puro estilo gaditano.
Tras 9 años en Cádiz cocinando sus costas decidí volver a Madrid, mi ciudad natal, y abrir un espacio donde poder seguir desarrollando mi pasión por la gastronomía sin ataduras. Quería un espacio con barra y terraza donde poder comer o tapear de forma informal, que es a lo que estábamos acostumbrados en Cádiz, pero también quería un espacio donde poder sentarse y disfrutar de una buena sobremesa. Así encontré el local ideal en la calle Ibiza 4.
Desde que nació KultO, ha evolucionado mi forma de cocinar, pero siendo siempre fiel a mi amor por Cádiz y por sus productos, así que seguimos trabajando el atún rojo de almadraba y los pescados como la corvina, el borriquete y otros productos de la costa gaditana, como la vaca retinta, que recibimos semanalmente desde sus lonjas y sus mercados.
Pero lógicamente, estamos en y somos de Madrid y eso pesa. Así que también cocinamos platos y productos típicos madrileños como los callos, la oreja, o el Pepito, todo desde una perspectiva muy personal. También damos un espacio importante a las verduras de pequeños productores y las legumbres de raza.
